En muchos centros
de tratamiento de alcoholismo y adicción se preocupan mucho por la
alimentación de sus pacientes.
Durante todo este proceso, la
mayoría de personas internas calman sus ansias o recuperan un poco su
tranquilidad a través de la comida y es que esta les ayuda a que tengan un mejor
semblante y se sientan más cómodos.
Su mal estado de salud se debe a
que durante el tiempo que estuvieron introducidos en el mundo de las drogas,
más valía los estupefacientes que un plato de comida, es por eso que para
cuando llegaban a los centros de rehabilitación se les encontraba muy delgados,
con ojeras y la piel en un tono amarillenta.
Estos centros crean una dieta
balanceada para cada uno de los pacientes y los ayudan recuperando su salud.
Finalmente el tratamiento
de alcoholismo y drogas termina con los familiares, estos deben poner
un poco de su parte también y actuar ante esto para que los pacientes se
sientan apoyados. Una vez terminado el tratamiento y el paciente es dado de
alta y tiene que dejar el centro, deben ser estrictos en las dietas que le han
recetado los doctores, para que pueda mantener una buena salud y recuperar su
vida.