Hay trastornos muy comunes en la actualidad
derivados el estilo de vida generalizado. Además, los múltiples problemas que
acarrea la crisis a todos los niveles, están disparando las consultas de acupuntura para la ansiedad.
El estrés es la palabra más usada en los
últimos 30 años por todos aquellos que sufren ansiedad. Es la palabra que
utilizamos cuando nos sentimos mal sin que nos sintamos enfermos. Sabemos
detectar la fiebre, un dolor de muelas o una úlcera, por ejemplo, pero la
ansiedad es un proceso diferente que no se manifiesta repentinamente, sino que
tiene un proceso, un desarrollo que puede desembocar en crisis, en una
enfermedad real y somatizarse en patologías varias.
Y el individuo que sufre de ansiedad suele
verlo al principio como el resultado lógico de pasar por situaciones adversas
de toda índole. La falta de trabajo, problemas familiares, miedos y
alteraciones del sueño y una serie de disfunciones en su organismo encadenadas
que arrojan un cuadro de malestar evidente.
Acudir al médico es lo más recurrente pero
muchas personas no desean ni acogerse a bajas médicas ni tomar fármacos. Por
eso la acupuntura para la ansiedad
se presenta como una solución ideal y enormemente efectiva desde la primera
sesión.
Cansancio, desmotivación, tristeza, falta de
ilusiones y de proyectos llevan a individuo a sentirse mal y entra en una
espiral que se salda con bajas laborales, despidos o consecuencias familiares
no deseadas.
Alejada de los diagnósticos psicológicos, sin
recetas farmacológicas y sin que el paciente se someta a un interrogatorio o
una peregrinar por los especialistas de la sanidad tradicional, el método de aplicar acupuntura para la ansiedad funciona.
Esta ciencia china milenaria cuenta con
especialistas en todas partes del mundo y se basa en conocer el funcionamiento
del organismo humano. Este conocimiento
admite una energía vital que fluye en el cuerpo cuya representación biológica
es la sangre que recorre los órganos vitales, funcionando como un engranaje
perfecto. Y cuando esta armonía se rompe, el cuerpo responde con desajustes y
mal funcionamiento, provocando enfermedades de toda índole.
Con esta filosofía y conocimiento del ser humano
por dentro, la acupuntura se sirve de los dedos para reconocer la disfunción en
ese flujo energético del cuerpo. Tocando los puntos adecuados, el acupuntor
detecta obstáculos que deben eliminarse para que se vuelva a producir la
armonía del cuerpo. Puede aplicar sólo presión con los dedos, digitopuntura, o
con agujas, las cuales inciden en tales puntos concretos devolviendo al
organismo su estado normal.
Y con la ansiedad ocurre lo mismo. El cuerpo
responde mal a un malestar de la mente, que es la que vive en primera instancia
sus efectos negativos, por lo que los especialistas en acupuntura para la ansiedad, que es otro de los servicios que
ofrecen con éxito, se aplican para que desaparezca.
Con la ayuda de los dedos, digitopuntura, el
maestro acupuntor localiza las disfunciones y puede aplicar o no las agujas,
que son tan inocuas como pequeña es la punta de una de ellas.
Las sesiones suelen durar entre media hora y
una hora y se repetirán según se establezca la mejoría del paciente. EN este
caso, mitigar la ansiedad que produce el abandono de un hábito como el tabaco,
eliminar temores o evitar procesos más nocivos para el paciente como empezar a
fumar, beber u otros hábitos indeseados.
El paciente no siente los efectos secundarios
de tomar medicamentos ni se encuentra perdido en los diagnósticos médicos y sus
derivaciones a especialistas. A veces la ansiedad no se ataja porque quienes la
padecen no la consideran importante y tan sólo lo denominan trastornos del
sueño, cansancio y el famoso estrés.
Quien no lo conozca, merece la pena acudir a
unas sesiones de acupuntura para la
ansiedad.
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