Con el transcurso del tiempo se han venido llevando a cabo
conjuros con el fin de brindar un servicio espiritual a las personas a tener
esa gran posibilidad de tener un acercamiento al curandero a depositar su
confianza en los problemas que uno se puede encontrar.
Por ello al momento de llevar a cabo estos hechizos se debe
manifestar que la persona está necesitando esa ayuda espiritual que efectúe
como un aliciente tanto en su vida personal como sentimental.
Sin embargo existen aquellos que se preguntan si llevar a
cabo los amarres
de amor así como los amarres amorosos, cuyos conjuros son practicados
principalmente por las parejas, son beneficiosos y saludables de tener esa
garantía de una felicidad y éxito. Pues para ello se señala que efectivamente
tener esa sensación de realizar estos hechizos está depositando no solo su
confianza en lo que pueda hacer ello sino también en la capacidad del
curandero, resultando realmente una satisfacción para lo que uno busca.
¿Qué materiales son
básicos para experimentar estos amarres?
Es fundamental para estos casos hacer uso de las velas,
claveles, inciensos, cigarrillos, fotografía personal, rosas rojas, perfume,
agua florida y alguna prenda de vestir. Los mismos que serán necesarios para
cada inicio de sesión espiritual.
¿Por qué motivo se
experimentan estos hechizos?
Lo que conlleva a experimentar estos hechizos es por la
misma finalidad sobretodo que suceden en las relaciones de parejas como engaños,
infidelidad, traición y decepciones amorosas, así como también de cumplir sus
propósitos y necesidades lo que originan
a tener esa convicción de requerir de un servicio y ayuda de un curandero con
el fin de evitar cualquier incidente negativo y tener una sensación en uno
mismo.
¿Qué otros hechizos
existen en la actualidad?
Entre los más conocidos se pueden encontrar a los amarres
sexuales y el amarre gay donde para el primero se realiza con un propósito de
satisfacer sus necesidades con el sexo opuesto mientras el segundo por motivos
sentimentales y pasionales dentro de su relación.
Por: Michael Monzon
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