La caída del cabello es uno de los
motivos por los que los hombres pierden su seguridad, pero para eso existe el injerto capilar. Una intervención que
asegurará y afianzará el pelo en los hombres (y las mujeres) La alopecia suele
aparecer por varias causas, pero principalmente suele achacarse a una genética
mal conservada, o a la falta de suerte (eso dicen) La alopecia congénita es la
heredada, y poco se puede hacer para evitarla, porque se tienen en los genes.
La alopecia adquirida, en cambio, se produce por otros factores diferentes que
nada tiene que ver con la genética. La pregunta que todos los hombres se hacen
cuando empiezan a ver que les falta pelo es… ¿por qué se me cae? Muchos de
ellos se tratan el pelo y se lo cuidan con normalidad y asiduidad, por lo que
son comprensibles sus dudas. El pelo se cae por culpa de una hormona que impide
que los folículos vuelvan a crecer. No salen del cuero cabelludo. Por tanto, el
pelo que se cae habitualmente no es sustituido por nuevo cabello, sino que la
zona va quedándose despoblada poco a poco.
Las mujeres tampoco están exentas de
sufrir caídas de cabello, solo que en su caso es diferente porque una vez
detectado la causa de tal caída, se procede a la anulación y eliminación de la
causa. De esta forma, el pelo deja de caerse y vuelve a su normalidad. Otra
diferencia con respecto a los hombres es que cuando se les cae el pelo (a las
mujeres) cae de forma homogénea. En cambio, los hombres sufren zonas
despobladas de cabello que acentúa aún más su vergüenza, si se puede llamar
así.
En realidad no hay nada de qué
preocuparse porque, como casi todo en esta vida, tiene solución. No existen
champús milagro que activen el crecimiento del pelo, ni colonias anticaídas, como se va vendiendo por
internet. Son productos fraudulentos que, en lugar de ayudar al paciente,
agravará su situación. La única solución posible es la cirugía, y en estos
casos existen dos tipos de cirugía: FUSS y FUE.
La cirugía FUSS es el método más
tradicional (y también más económico) que consiste en extraer folículos
capilares (pelos, hablando en plata) de una tira de veinte a veinticinco centímetros.
Se suele extraer de la nuca del paciente para poder implantárselo en la zona
que lo necesite.
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